El Consejo General de Enfermería ha realizado una macroencuesta sobre la situación actual de las enfermeras
La situación profesional y emocional de las enfermeras atraviesa un mal momento y la indignación por sus condiciones laborales de la profesión es evidente después de dos años de pandemia de covid-19. Esta es la conclusión de la macroencuesta del Consejo General de Enfermería que ha encuestado a 211 enfermeras cántabras y que arroja datos tan interesantes como que Cantabria ha registrado más bajas laborales derivadas de la carga emocional que las de la media nacional. En concreto, en España el 16,5 por ciento de las enfermeras se han visto obligadas a pedir la baja por ansiedad, estrés o agotamiento mental, y en Cantabria este porcentaje se eleva al 21,3 por ciento.
El estudio, realizado por la empresa especializada Grupo Análisis e Investigación, también destaca que en Cantabria hay más enfermeras con más de 16 años de experiencia que en la media nacional, en concreto en la región hay un 73,2 por ciento y la media del país es del 60 por ciento; o que, por el contrario, tenemos menos profesionales con experiencia de 1 a 5 años: en Cantabria están en esta situación el 5, 5 por ciento de las enfermeras y la media del país es de más del 13 por ciento.
Y si analizamos los sectores, en Cantabria también hay más enfermeras en el público que en la media nacional (un 95,1 con respecto al 85, 9 por ciento de la media), y menos en el sector privado (1,6 por ciento del total con respecto a más del 6,1 por ciento de la media española), dato interesante al que hay que añadir que en la región tenemos menos enfermeras en hospitalización que en España, en concreto un 26, 8 por ciento con respecto al 32 ,1 por ciento de la media nacional; y más en Atención Primaria, que registra en la región un 30,1 por ciento de las enfermeras cuando en España hay un 22,6 por ciento.
Ya centrado en el Covid, el estudio demuestra que la atención a la pandemia está copando una parte importante de la actividad de la profesión. A nivel nacional, el 27,1 por ciento de las enfermeras ocupan la mayoría de su trabajo diario en la atención de pacientes Covid y el 52,2 por ciento dedica una parte de su trabajo a estos pacientes, porcentajes que sumados alcanzan al 79,3 de las enfermeras, es decir, sólo el 20,7 por ciento de los profesionales enfermeros tiene poca o ninguna relación con este tipo de pacientes. En Cantabria el porcentaje de enfermeras que tiene relación con pacientes Covid es muy parecido al de la media, es el 78,7 por ciento.
Contagio del Covid en la profesión y vacunación
En España, en torno al 48 por ciento de las enfermeras ha tenido Covid, y de éstas el 14,5 por ciento lo ha tenido más de una vez, lo que quiere decir que la mitad de las enfermeras se han contagiado frente al 20 por ciento de la población general. En Cantabria la cifra es algo menor, se ha contagiado el 42 por ciento de las enfermeras y de ellas el 8,2 por ciento lo han padecido más de una vez.
Y las cifras de vacunación son muy altas, a nivel nacional el 98,2 por ciento de las enfermeras están vacunadas, y de ellas, el 85,8 por ciento con las tres dosis, lo que demuestra el alto grado de concienciación y compromiso. Estos resultados son muy similares en Cantabria.
Carga de trabajo en la profesión
Por otra parte, el Covid ha incrementado el trabajo de las enfermeras en el 91 por ciento de los casos tensionando al 71,2 por ciento y desbordando totalmente al 19,7 por ciento. Y este incremento de trabajo en Cantabria afecta al 89,6 por ciento de enfermeras, y de ellas están desbordadas el 15,8 por ciento. No hay duda de que la ola Ómicron ha aumentado de forma importante el trabajo de cuidados de enfermería respecto a otras olas de Covid. En Cantabria este incremento ha sido significativamente superior que en la media nacional, en concreto el 93,2 por ciento de las encuestadas dice que ha supuesto un enorme incremento de trabajo con respecto al 76, 9 por ciento de la media nacional.
Además, el estudio indica que el 93,6 por ciento de las enfermeras consideran que hay que incrementar las plantillas en la situación actual (el 86,4 por ciento en Cantabria), y mayoritariamente piensan que se necesitaría aumentar entre el 33 por ciento y el 100 por ciento de la plantilla, es decir, donde hay 3 enfermeras debería haber entre 4 y 6.
Condiciones laborales de las enfermeras
La indignación de las enfermeras por la situación de la profesión es evidente: ninguno de los aspectos evaluados logra aprobar en una escala de 0 a 10, y la mayoría están por debajo del cuatro aunque en Cantabria valoran algo por encima de la media la mayoría de cuestiones. Y la demanda del reconocimiento de la categoría A1 es prácticamente unánime: el 96,9 por ciento de las enfermeras lo consideran muy o bastante importante (el 95,1 por ciento en Cantabria).
Otro dato relevante es que el Covid ha afectado mucho psicológicamente al 84,7 por ciento de las enfermeras a nivel nacional y al 81,5 por ciento en Cantabria. En concreto, el 88,5 por ciento ha tenido episodios de estrés, el 67,5 por ciento de ansiedad, el 58,4 por ciento de temor y miedo; el 58,6 por ciento ha padecido insomnio y el 33 por ciento ha llegado a tener depresión. En Cantabria la presencia de estos episodios es leventemente inferior a la media nacional pero, por el contrario, ha registrado más bajas laborales por trastornos psicológicos, como especificamos previamente.
Percepción de reconocimiento profesional
El estudio también analiza la percepción general de los enfermeros cántabros y españoles, que es de un escaso reconocimiento salvo en los pacientes y sus familiares. Y este poco reconocimiento se extrema con los responsables políticos. Además, la encuesta indica que la profesión está a punto de “tirar la toalla” con datos impactantes: a nivel nacional, el 46,5 por ciento ha pensado en algún momento en dejar la profesión, en Cantabria este porcentaje es del 40,4 por ciento. Y esta extenuación de la profesión y la falta de reconocimiento lleva a la enfermera incluso a replantearse su vocación si pudiera dar “marcha atrás”.
Solicitud de prejubilación anticipada y necesidad de movilización
Los datos en estos apartados también son sobrecogedores, el 62,8 por ciento de las enfermeras españolas y el 52,2 por ciento de las cántabras que reúnen los requisitos para la jubilación se han planteado solicitarla y asumir el coste que conlleva.
Y ante esta situación, la opinión a favor de la necesidad de movilización de la profesión es absolutamente mayoritaria en todas las comunidades. La mayoría muestran cifras entre el 90 y el 96 por ciento a favor de manifestarse. En concreto, el 89,6 de los enfermeros cántabros entiende que es necesario movilizarse por la carga de trabajo, por el agotamiento físico y mental y para reclamar mejoras laborales, y el 78,7 por ciento participaría en movilizaciones.