Cantabria registra más bajas laborales de enfermeras por ansiedad, estrés o agotamiento mental que la media nacional

  • 10/03/22
img

El Consejo General de Enfermería ha realizado una macroencuesta sobre la situación actual de las enfermeras 

La situación profesional y emocional de las enfermeras atraviesa  un mal  momento y la indignación por sus condiciones laborales de la profesión es evidente   después de dos años de pandemia de covid-19. Esta es la conclusión  de la macroencuesta del Consejo General de Enfermería que ha encuestado   a 211 enfermeras cántabras y que arroja datos  tan interesantes como que Cantabria ha registrado  más bajas laborales derivadas de la carga emocional que las de la media nacional. En concreto,  en España  el 16,5 por ciento de las enfermeras se han visto obligadas a pedir la baja por ansiedad, estrés o agotamiento mental,  y  en Cantabria este porcentaje  se eleva al 21,3 por ciento.

El estudio,  realizado por la empresa especializada Grupo Análisis e Investigación, también destaca que en Cantabria  hay más enfermeras con más de 16 años de experiencia  que en la media nacional, en concreto en la región hay un 73,2 por ciento y la media  del país es del 60 por ciento;   o que,  por el contrario, tenemos menos profesionales con experiencia de 1 a 5 años: en Cantabria están en esta situación  el 5, 5 por ciento de las enfermeras y  la media del país es de más del 13 por ciento.

Y si analizamos los sectores, en Cantabria también hay más enfermeras en el público que en la media nacional (un 95,1 con respecto al 85, 9 por ciento de la media), y menos en el sector privado (1,6  por ciento del total con respecto a más del 6,1 por ciento de la media española), dato interesante al que hay que añadir que en la región   tenemos menos enfermeras en hospitalización que en  España, en concreto  un 26, 8 por ciento con respecto al 32 ,1 por ciento de la media nacional;  y más en Atención Primaria, que registra en la región un 30,1 por ciento de las enfermeras cuando en España hay  un 22,6  por ciento.

Ya centrado en el Covid,  el estudio  demuestra que la atención a la pandemia está copando una parte importante de la actividad de la profesión. A nivel nacional, el 27,1 por ciento  de las enfermeras ocupan la mayoría de su trabajo diario en la atención de pacientes Covid  y el 52,2 por ciento  dedica una parte de su trabajo a estos pacientes,  porcentajes que sumados alcanzan al 79,3 de las enfermeras, es decir,  sólo el 20,7 por ciento de los profesionales enfermeros  tiene poca o ninguna relación con este tipo de pacientes. En Cantabria  el porcentaje de enfermeras que tiene relación con pacientes Covid  es  muy parecido al de la media, es  el  78,7  por ciento. 

Contagio del Covid en la profesión y vacunación

En España, en torno al 48 por ciento de las enfermeras ha tenido Covid, y de éstas el 14,5 por ciento lo ha tenido más de una vez, lo que quiere decir que  la mitad de las enfermeras se han contagiado frente al 20 por ciento  de la población general. En Cantabria la cifra es algo menor, se ha contagiado  el 42 por ciento de las  enfermeras y de ellas el 8,2 por ciento lo han padecido más de una vez.

Y las cifras de vacunación son muy altas, a nivel nacional el 98,2 por ciento de las enfermeras están vacunadas, y de ellas, el 85,8 por ciento  con las tres dosis, lo que demuestra el alto grado de concienciación y compromiso. Estos resultados son  muy similares en Cantabria.

Carga de trabajo en la profesión

Por otra parte, el Covid ha incrementado el trabajo de las enfermeras en el 91 por ciento de los casos tensionando al 71,2 por ciento y desbordando totalmente al 19,7 por ciento.  Y este incremento de trabajo en Cantabria afecta al 89,6 por ciento de enfermeras, y de ellas están desbordadas el 15,8 por ciento.  No hay duda de que la ola Ómicron ha aumentado de forma importante el trabajo de cuidados de enfermería respecto a otras olas de Covid. En Cantabria  este incremento ha sido significativamente superior que en la media nacional,  en concreto el  93,2  por ciento  de las encuestadas dice que ha supuesto un enorme incremento de trabajo  con respecto al 76, 9 por ciento de la media nacional.

Además, el estudio indica  que el 93,6 por ciento de las enfermeras consideran que hay que incrementar las plantillas en la situación actual (el 86,4 por ciento en Cantabria),  y  mayoritariamente piensan que se necesitaría aumentar entre el 33 por ciento y el 100 por ciento de la plantilla, es decir,  donde hay 3 enfermeras debería haber entre 4 y 6.

Condiciones  laborales de las enfermeras

La indignación de las enfermeras por la situación de la profesión es evidente: ninguno de los aspectos evaluados logra aprobar en una escala de 0 a 10, y la mayoría están por debajo del cuatro aunque  en Cantabria valoran algo por encima de la media   la mayoría de cuestiones. Y la demanda del reconocimiento de la categoría A1 es prácticamente unánime: el 96,9 por ciento  de las enfermeras lo consideran muy o bastante importante (el 95,1 por ciento en Cantabria).

Otro dato relevante es que el Covid ha afectado  mucho psicológicamente al 84,7 por ciento de las enfermeras a nivel nacional y al 81,5 por ciento en Cantabria. En concreto, el 88,5 por ciento  ha tenido episodios de estrés, el 67,5 por ciento de ansiedad, el 58,4 por ciento de temor y miedo;  el 58,6 por ciento ha padecido  insomnio y el 33 por ciento ha llegado a tener depresión. En Cantabria la presencia de estos episodios es leventemente inferior a la media nacional pero,  por el contrario,  ha registrado más bajas laborales por trastornos psicológicos, como especificamos previamente.

Percepción de reconocimiento profesional

El estudio también analiza la percepción general  de los enfermeros cántabros y españoles, que  es de un escaso reconocimiento salvo en los pacientes y sus familiares. Y este poco reconocimiento se extrema con los responsables políticos. Además, la encuesta indica que la  profesión  está a punto de “tirar la toalla” con datos impactantes:  a nivel nacional, el 46,5 por ciento  ha pensado en algún momento en dejar la profesión, en Cantabria este porcentaje es del 40,4 por ciento. Y esta extenuación de la profesión y la falta de reconocimiento lleva a la enfermera incluso a replantearse su vocación si pudiera dar “marcha atrás”.

Solicitud de prejubilación anticipada y necesidad de movilización

Los datos en estos apartados también son sobrecogedores, el 62,8 por ciento  de las enfermeras españolas y el 52,2 por ciento de las cántabras  que reúnen los requisitos para la jubilación se han planteado solicitarla y asumir el coste que conlleva.

Y ante esta situación, la opinión a favor de la necesidad de movilización de la profesión es absolutamente mayoritaria en todas las comunidades. La mayoría muestran cifras entre el 90  y el 96 por ciento a favor de  manifestarse. En concreto, el 89,6 de los enfermeros cántabros  entiende que es necesario movilizarse por la carga de trabajo, por el agotamiento físico y mental y para reclamar mejoras laborales,  y  el 78,7 por ciento   participaría en movilizaciones.