El enfermero y abogado, Pedro Manuel González Toca, interviene en la UIMP y reclama la posibilidad de la jubilación anticipada para los profesionales sanitarios

  • 16/07/21
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Las especiales condiciones de peligrosidad por la asistencia a la pandemia  han llevado al enfermero jubilado y abogado, Pedro Manuel González Toca,  a reclamar, dentro de la legislación vigente, la posibilidad de la jubilación anticipada para los profesionales sanitarios. Así lo ha expuesto la pasada semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP),  donde reivindicó que “los ciudadanos nos aplaudían y se lo agradecemos, pero ahora la Administración y  los partidos políticos tienen que reconocer este derecho: la aplicación de coeficientes correctores para anticipar la edad de jubilación, porque nos lo deben y nos lo merecemos”.

González Toca se basa en el artículo 206 del Texto Refundido de la Ley General de Seguridad Social, aprobado por el Real Decreto Legislativo 8/2015 de 30 de octubre, haciendo referencia a la jubilación anticipada por razón de la actividad, o en caso de discapacidad,  que establece que la edad mínima de acceso a la pensión de jubilación  “podrá ser rebajada por Real Decreto, a propuesta del titular del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en aquellos grupos o actividades profesionales cuyos trabajos sean de naturaleza excepcionalmente penosa, tóxica, peligrosa o insalubre”; y en otras normas, entre ellas el Real Decreto 1698/2011, de 18 de noviembre, por el que se regula el régimen jurídico y el procedimiento general para establecer coeficientes reductores y anticipar la edad de jubilación en el sistema de la Seguridad Social.

En este sentido,  el enfermero  jubilado añade que  “estas normas les dan  ese derecho a diversos colectivos profesionales, como  bomberos, o policía local, cuya edad ordinaria de jubilación se reducirá en un período equivalente al que resulte de aplicar a los años efectivamente trabajados, el coeficiente reductor del 0,20 y entre otros condicionantes”, es decir, se pueden jubilar con 60/61 años percibiendo el 100% de la pensión de jubilación que les corresponda, sin ningún tipo de descuento ni reducción.

Además, González Toca explicó que varios  sindicatos sanitarios han solicitado  esta prejubilación, entre ellos la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que opina que “la profesión médica por su complejidad, dedicación, responsabilidad, estrés, exigencias, penosidad, peligrosidad y horas adicionales a la  jornada con las guardias merecería, al igual que otras profesiones,  tener  un  factor  corrector  y la posibilidad de una jubilación voluntaria entre los 60 y 70 años  de edad al igual que los funcionarios”,  al igual que la FeSP-UGT, que  ha solicitado, que los trabajadores sanitarios, estatutarios y otros, de los Servicios de Salud puedan acceder a los coeficientes reductores para adelantar la edad de jubilación.

Asimismo,  el sindicato SATSE ha reclamado lo mismo para el colectivo de enfermeros recalcando “que la profesión enfermera es ejercida en más de un 85% por mujeres, y al vincularla socialmente a los roles que tradicionalmente se asocian al género femenino del cuidado (hogar, familia..), no se le reconoce suficientemente la gravosidad de sus condiciones laborales y la sociedad no percibe la dureza psicológica, el estrés o el agotamiento emocional que provoca el contacto permanente con el sufrimiento, el dolor la enfermedad y, en ocasiones, la muerte”. Tesis con la que coincide  el sindicato CSI-CSIF, que  ha demandado la jubilación anticipada por “trabajo a turnos, nocturnidad, fines de semana, guardias, festivos (turnos rotatorios) que tiene una repercusión demostrada sobre la salud de los trabajadores”, insistiendo en que “ello conllevaría un rejuvenecimiento de las plantillas, facilitando el acceso a los más jóvenes, con nuevas contrataciones, ofertas de empleo público bianuales”.