Rocío Cardeñoso. Enfermera comunitaria y familiar y presidenta del Colegio de Enfermería de Cantabria.
Soy enfermera comunitaria y familiar, llevo 27 años trabajando en Atención Primaria, los últimos 18 en el Centro de Salud de Cudeyo, en Ribamontán al Monte, y a través de este texto quiero hacer un llamamiento a la sociedad, a los profesionales y, sobre todo, a los gestores y políticos responsables para reflexionar sobre la Atención Primaria.
Creo en la Atención Primaria como base del sistema sanitario, en una atención con los valores y principios de “Alma-Ata”, donde el valor debe ser la salud y no la promoción de la enfermedad, como está ocurriendo en la actualidad. Esta declaración de Alma-Ata, define la Atención Primaria “...como un conjunto de valores y principios rectores para el desarrollo sanitario y para la organización de los servicios de salud...”, y su importancia radica en alcanzar el mejor nivel de salud para la comunidad, con acciones que deben poner en marcha los gobiernos, los profesionales y la propia comunidad. Por lo tanto, estas directrices `defienden´ la salud y se alejan del contexto relativo a la enfermedad. Sin embargo, nuestro actual modelo operativo de atención parece cada vez más próximo a lo patológico, así se desprende de los actuales acuerdos entre médicos y representantes de la Administración.
Creo en acuerdos que se adopten bajo el diseño de un proyecto y con la negociación de todos los representantes sindicales y profesionales. Y, por supuesto, que hay que invertir aumentando la dotación de la Atención Primaria (personal y económica), y, seguramente, mejorar los salarios de los profesionales, pero hay que hacerlo bajo un modelo de atención que sirva para mejorar la salud de los ciudadanos y no para salir del paso porque esta marea nos llevará a la deriva, cojamos el timón del proyecto y avancemos de una vez por todas hacia un modelo salutogénico.
Creo en que podemos y debemos acompañar a las personas, a las familias y a la comunidad en la búsqueda del equilibrio en la salud, dotarles de herramientas para una salud consciente y responsable empoderando a la persona como ser humano.
Creo en el trabajo en equipo, en el abordaje multiprofesional, en la participación activa de los pacientes y ciudadanos. Hay que avanzar y mejorar en Atención Primaria, pero esto no lo vamos a conseguir convirtiendo los centros de salud en `mini hospitales´, manteniendo el modelo biomédico como base del sistema, modelo que ya caducó y que no sirve para la sociedad actual ni para la del futuro. Tenemos que cambiar y dejar de fomentar la dependencia en los profesionales sanitarios, y fomentar la autonomía de los pacientes, los autocuidados, y la autorresponsabilidad que cada persona tiene sobre su salud. En esto radica el fin prioritario de la Atención Primaria de Salud; y debemos lograrlo, no solo por ser coherentes con las directrices de Alma-Ata, sino porque el actual modelo biomédico y paternalista que se sigue imponiendo por parte de políticos y algunos profesionales, es insostenible económicamente.
Y si no reorientamos lo que venimos haciendo, todos seremos responsables y cómplices de haber permitido el declive total de ese modelo de Atención Primaria de Salud. No se puede (al menos no se debe) tomar decisiones bajo presión, parcheando y distorsionando el Modelo; y sin un análisis real y una planificación con proyectos de salud para todos los cántabros, hay que hacerlo con visión de futuro y no bajo influencias de colectivos profesionales y de elecciones cercanas.
Creo en dejar de tomar decisiones sin analizar las causas y sin tener un proyecto, es necesario profundizar en el iceberg y llegar a la base, al `corazón y al alma´ del problema. Hablemos de lo que queremos construir y del rol que tenemos que cumplir cada uno de los miembros del equipo, y de cómo equilibrar y solucionar los problemas, pero dejemos de hacerlo desde un enfoque hospital-centrista y cortoplacista.
Creo en que la Atención Primaria necesita avanzar para poder dar respuestas a los problemas y necesidades de la sociedad actual, pero no sobrecargando la actividad de los centros de salud ni convirtiéndolos en `mini hospitales´.
Y creo que quien se apunte a esta propuesta de analizar y planificar en dirección a un modelo de SALUD responsable y sostenible para los cántabros, contribuirá a avanzar hacia un futuro saludable.
Creo y quiero luchar y trabajar por una Atención Primaria de Salud resolutiva para los ciudadanos, desde un modelo participativo, inclusivo y sostenible, y no improvisado con decisiones a medida de un determinado colectivo. Y esto se hace creando, cuidando y enseñando Salud.
Y dicho esto, ofrezco a las instituciones de Cantabria y a toda la sociedad el trabajo del colectivo de los profesionales enfermeros porque disponemos de varias propuestas de mejora enfocadas a la Atención Primaria tras un pormenorizado análisis que hemos elaborado bajo el enfoque de la SALUD.