Carmen Ferrer es la única enfermera que dirige y gestiona un hospital en España. Ella es, desde el año 2010, la directora-gerente del Hospital de Guadarrama, en la Comunidad Autónoma de Madrid. Ferrer, que se define como “una optimista vocacional” es la persona encargada de canalizar los esfuerzos de los 314 trabajadores que tiene ese centro sanitario público y dar el mejor servicio posible a los cientos de pacientes que diariamente pasan por ese hospital.
Sus inicios como gerente se remontan a los años 80. Los directivos de la salud madrileña confiaron en ella para comenzar a darle responsabilidades como directora de Enfermería en diversas áreas de salud de esa comunidad. “Concretamente- recuerda Ferrer- me tocó un área bastante complicada que era la número 9, que comprende Fuenlabrada, Leganés, Humanes y Moraleja. Era un trabajo de mucha responsabilidad y en esos tiempos y en Madrid era la primera enfermera que asumía una dirección de ese tipo”.
Dicen los castizos que los inicios nunca son fáciles y en el caso de Carmen Ferrer no encontramos excepciones a la regla. “En la primera reunión a la que acudía como directora del área los coordinadores médicos de esa área abandonaron la cita alegando que no era una competencia para mí y dimitieron de sus cargos”. Esto hubiese hundido a una persona con un carácter voluble pero no a esta mujer, acostumbrada a asumir retos muy difíciles. “Esa nefasta reunión se celebró un viernes, creo recordar, y el lunes de la siguiente semana yo ya había configurado un nuevo equipo directivo para el área”, recuerda Ferrer.
Desde el año 2010 y tras detentar algunos de los puestos de máxima responsabilidad profesional en la sanidad de la Comunidad de Madrid esta enfermera ha asumido un trabajo no menos importante la dirección del Hospital de Guadarrama. Un centro pequeño en comparación con otros de esa comunidad como el Carlos III o el Hospital La Paz pero que cuenta en su haber con méritos más que suficientes para destacarse sobre el resto de centro de la comunidad.
Su estilo directivo, tal como se percibe en la grabación del Consejo General, está impregnado del CUIDAR y centrado en el paciente y sus familias y, por supuesto en los trabajadores. Esto estilo de gestión, resulta diferente al de la gran mayoría de los hospitales que parecen centrados en la fascinación por la tecnología.