Medalla al Mérito Profesional del Colegio de Enfermería de Cantabria

  • 21/05/12
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Reconocimiento a Teo Garmendia, enfermera jubilada del Servicio de Oncología de Valdecilla


Reconocimiento a Teo Garmendia, enfermera jubilada del Servicio de Oncología de Valdecilla

El Colegio de Enfermería ha concedido la Medalla al Mérito Profesional a Teófila Garmendia Zubeldia ?Teo?, enfermera  del servicio de Oncología del Hospital Valdecilla y pionera en el desarrollo de los cuidados paliativos en Cantabria.

El premio supone el reconocimiento profesional para una enfermera que ha dejado una huella imborrable en el servicio de Oncología donde trabajó hasta su jubilación y ha sido un ejemplo a seguir dentro de la profesión.

En el año 1974 comenzó a trabajar en el Hospital Valdecilla en el servicio de Riñón artificial y ocho años después (1982) acompaña al doctor Sanz Ortiz en la tarea de instaurar la consulta de Oncología Médica. Como ella misma recordó, después de agradecer la distinción al Colegio y a las compañeras del servicio que han trabajado con ella todos estos años, ?tuvimos que empezar desde cero, recopilando muebles y equipamiento que sobraban en otras consultas y hasta 1984, que llegaron otras compañeras enfermeras al servicio, tuvimos que trabajar solos?.

Con el fin de formarse convenientemente para desarrollar ese trabajo se fue a los Hospices ?centros londinenses especializados en paliativos y fundadores en 1970 de esta filosofía de cuidados? donde, junto a otra compañera, observaron los cuidados de calidad que aportaba este servicio y, posteriormente, fue la encarga de formar al resto de las compañeras que han pasado por la consulta en estos años.

El Colegio de Enfermería ha querido reconocer con esta distinción su calidad humana, comprensiva y conocedora de su profesión, capaz de compaginar su vida personal con su trabajo de manera encomiable. En su consulta vivió situaciones realmente dramáticas a las que tuvo que hacer frente, ayudando a pacientes y familiares, lo que forjó su carácter ante las adversidades profesionales, a las que se enfrentaba con serenidad y sencillez. Supo ganarse, además, la confianza, la admiración y el respeto de todos sus compañeros.

Trabajó con pacientes en fase terminal sin tratamiento curable que, en muchos casos, no podían acudir a la consulta, lo que no fue óbice para que se desplazase a sus domicilios con el fin de controlar sus síntomas en el final de su vida y prestar el apoyo necesario a ellos y a sus familias en esos momentos tan difíciles.

Durante la presentación de sus méritos, su compañera de servicio y miembro de la Junta del Colegio, Ana Manzanas, destacó ?su trabajo discreto ha sido un ejemplo a seguir para todas las que hemos trabajado con ella y, a diferencia de otros profesionales que recibieron el reconocimiento de forma pública e institucional, se jubiló de la misma forma silenciosa con que ejerció la profesión, como solemos hacer casi todas la enfermeras independientemente de la ?excelencia? con la que ejerció la profesión, únicamente con el reconocimiento personal de sus compañeros y, eso sí, con el agradecimiento imperecedero de los familiares de los pacientes a los que atendió, cuidó y mimó?.