El Colegio de Enfermería reclama la puesta en marcha del protocolo de agresiones por parte de la Consejería de Sanidad

  • 23/03/12
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Evitar la violencia contra los profesionales sanitarios es tarea de todos

Evitar la violencia contra los profesionales sanitarios es tarea de todos

El Colegio de Enfermería reclama la puesta en marcha del protocolo de agresiones por parte de la Consejería de Sanidad

• La sobrecarga de trabajo debida a los ajustes de personal, están provocando el enfado de pacientes y familiares, lo que se traduce en un aumento del riesgo de que se produzcan agresiones ante las demoras en la atención.

• Las enfermeras están viendo las agresiones físicas y verbales como algo usual en el día a día de su trabajo y, en muchos casos, renuncian a presentar reclamaciones por la pasividad y el desamparo de la Administración ante las denuncias que presentan y los problemas posteriores que les acarrean.

• La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que el 25% de las agresiones en el medio laboral se producen en el medio sanitario

• El Consejo Internacional de Enfermería (CIE) estima que las enfermeras tienen una probabilidad tres veces mayor que los demás profesionales de ser víctimas de la violencia en el lugar de trabajo.

Las agresiones contra los profesionales sanitarios han pasado, en muy pocos años, de ser algo anecdótico a un problema de extrema gravedad. Sin embargo, desde la Administración no se encara el problema y ese es el motivo por el que, tanto el Colegio de Enfermería como el de Médicos, aprovechamos esta fecha para recordar a la Consejería de Sanidad que ponga en marcha un protocolo de agresiones que aborde el problema, establezca un código de actuación para la prevención y constituya herramientas para la ayuda a los profesionales afectados y para el seguimiento de los casos, con el fin de que los profesionales sientan el apoyo de la Administración en todo el proceso. Además, ambos Colegios demandan que en el ámbito administrativo se adopten las medidas oportunas contra los usuarios que infrinjan un trato vejatorio o agresivo a los profesionales.

El Colegio de Enfermería de Cantabria muestra su satisfacción por el criterio fijado por los Tribunales ante tales hechos, considerando la agresión a un profesional como un delito de atentado a la autoridad además del delito de lesiones; pero cree que es importante que sea la propia Administración quien proceda sistemáticamente a ejercer las acciones jurídicas pertinentes frente a los agresores, aportando apoyo jurídico y personal al profesional sanitario.

Desde el Colegio de Enfermería queremos mostrar la preocupación existente por la sensación de falta de apoyo y desánimo que empieza a cundir entre los profesionales, que asumen como normal la falta de respeto al tiempo que aumentan sus índices de tolerancia al insulto. Es de resaltar que, mayoritariamente, consideran que da lo mismo denunciar que no, por lo que ante el estigma, el deseo de olvidar el hecho y las dificultades que se les plantean a lo largo del proceso, optan por no presentar la correspondiente reclamación.

Desde los servicios jurídicos del Colegio, se señala que en 2011 se presentaron 4 denuncias de agresión entre todos los centros de trabajo –centro de salud, servicios de urgencias y hospital– y cada caso exige un protocolo específico y adaptado a cada puesto de trabajo. Así. en la Atención Primaria los profesionales demandan que, de manera inmediata y cautelar, el usuario que agrede física o verbalmente sea cambiado de profesional para evitar un nuevo contacto con la víctima.

De la misma manera, en los Servicios de Urgencias, donde se encuentra el mayor índice de agresividad de los pacientes a los profesionales, se solicitan medidas contra las agresiones físicas y, especialmente, respecto las verbales, que son diarias y permanentes, con el fin de que el profesional pueda ejercer en el clima de tranquilidad y cordialidad que la situación exige.

Muchos profesionales optan por no ejercer acciones legales, pero si registran la agresión en el Servicio Cántabro de Salud y dejan constancia en el Colegio de Enfermería, con el reclamo de que se adopten medidas administrativas frente al usuario agresor y que, de esa forma, se pueda evitar que otro profesional lo vuelva a sufrir en el futuro.

En la mayoría de los casos se trata de agresiones verbales y, a pesar de los 10 casos constatados (en otros seis casos, los profesionales decidieron no poner la denuncia), ocurren otros muchos (la gran mayoría de las agresiones verbales que se producen) que no se denuncian por que las enfermeras, a pesar del miedo que sienten, deben seguir atendiendo a esos enfermos o tratando con los familiares agresores.

También existe preocupación en el Colegio por el aumento de agresiones que se están produciendo debidas a la sobrecarga de trabajo de los profesionales de enfermería con motivo de los recortes de personal. “Los pacientes y familiares reclaman la mejor atención, a lo que tienen derecho, pero hay momentos –por ejemplo, en un turno de noche de una planta de hospital o en urgencias– en donde un pico de trabajo puede provocar demoras si no hay el personal suficiente. Esto puede dar lugar a que los pacientes sufran y sus familiares se pongan nerviosos, llegando a agredir física o verbalmente a las enfermeras, que en la mayoría de los casos, son la figura contra quien cargan”.

La Comunidad de Murcia puede servir como ejemplo

Las agresiones a los profesionales del Servicio Murciano de Salud (SMS) disminuyeron un 20% en 2010 y alcanzaron durante el pasado año un total de 238, que se produjeron mayoritariamente en los servicios de Primaria, según los datos aportados por el Gobierno murciano (es necesario señalar que en los últimos años, el Gobierno cántabro no ha publicado los datos de agresiones y tampoco se los ha aportado al Ministerio de Sanidad).

La consejera de Sanidad señaló que la disminución progresiva del número de agresiones viene determinada por el pacto que se firmó con la Fiscalía para mejorar la eficacia en la investigación, lo que permite perseguir y castigar a los agresores y que se puedan realizar juicios rápidos.

Igualmente, cuenta con un Plan de Prevención de Agresiones, puesto en marcha en 2005, que ofrece herramientas y soluciones integrales a aquellos profesionales del Servicio Murciano de Salud que han vivido una situación violenta. Una de esas herramientas es el curso on-line de ‘Gestión saludable de la hostilidad’ que tiene por objetivo prevenir, anticipar y aplacar situaciones que, de no aplicarse las habilidades adecuadas, pueden desembocar en episodios de agresividad.