Artículo en El Diario Montañés: Ayuda cántabra para Mozambique

  • 23/04/19
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La enfermera Mirián García Estévez forma parte del grupo Start que ha desplegado el primer hospital de campaña quirúrgico en el país africano

El Diario Montañés do., 21 abr. 2019. MARIANA CORES. Fotografía: Javier Cotera

La singularidad de la misión radica en su estructura y un despliegue especial "Es un orgullo pertenecer a un equipo preparado para salvar vidas". Mirián García Estévez participa en la misión desplegada en Mozambique.

SANTANDER. La enfermera Mirián García Estévez es la única cántabra que durante estos días participa en la primera misión del equipo Start (Equipo Técnico Español de Ayuda y Respuesta a Emergencias), creado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, bajo la certificación de la Organización Mundial de la Salud. García Estévez, enfermera del 061, es una de los voluntarios que han sido desplazados a Mozambique, el país africano arrasado por el ciclón Idai e invadido por un brote de cólera. En las horas previas a volar hasta el país africano, la enfermera cántabra confesaba que desde que recibió en su móvil un mensaje con la prealerta (lo que le obliga a estar lista para partir en las siguientes 72 horas), "no puedo pensar en otra cosa. La ilusión me invade".

Para esta enfermera de urgencias, "la sola idea de pensar que voy a formar parte de algo tan grande y pionero, cuyo objetivo es salvar vidas, hace que no quepa en mí".

La singularidad de esta misión radica en su estructura y el despliegue sin precedentes en España. García Estévez recuerda que todo empezó hace cuatro años, en los que la Agencia "ha trabajado muy duro". A raíz del terremoto de Haití (2010) y de la crisis del brote de ébola en África, "se puso de manifiesto las debilidades organizativas para actuar ante emergencias internacionales". Esta situación llevó a la Agencia Española de Cooperación a iniciar un largo y exigente proceso de certificación por parte de la OMS, que muy pocos países del mundo poseen, como hospital de campaña con capacidad quirúrgica EMT II (Equipo Médico de Emergencia) en 2018, y respaldado por la Comisión Europea. El objetivo es estandarizar la respuesta a catástrofes naturales por parte de los equipos médicos internacionales con el fin de asegurar un nivel de calidad y atención óptimo.

Pero previamente "hubo un ingente trabajo. Primero, la captación de sanitarios y logistas (como bomberos, fontaneros, técnicos en educación...). Se hizo un llamamiento a voluntarios de toda España, que tuvimos que pasar por proceso de selección. Y después, cursos, simulacros de montaje de hospitales de campaña, acuerdos con otros países, visitas de representantes de la OMS para comprobar que íbamos en el buen camino, reuniones con los responsables de la sanidad de cada comunidad para convencerles de qué nos tenían que ceder para este tipo de expediciones...". Y todo ello con los sucesivos cambios de Gobierno.

Forman parte de esa "bolsa de voluntarios", como lo describe García, 300 personas de varias comunidades autónomas. "En Cantabria somos siete: Obdulio Manuel González (enfermero), Paula Alonso (matrona), Elena Gil (pediatra), Antonio Revilla (bombero), Alfonso Torre y Laura Losa (enfermeros) y yo".

Sabe que lo que le espera es "un trabajo agotador". La misión se ha dividido en dos rotaciones, de unos quince días, cada uno, aunque al final será algún tiempo más. En cada turno son 71 personas. Las instalaciones tienen una capacidad para atender a 200 personas al día y hospitalizar a 20, un quirófano y todo el material y los recursos necesarios para ser autosuficientes. Las instalaciones ocupan una superficie similar a un estadio de fútbol, de cuyo montaje y desmontaje se ocupan los miembros del Start. El equipo sanitario está compuesto por unos 40 profesionales del sistema público de salud.

Lo imposible

Después de cuatro años "de tanto trabajo, te parece que nunca va a llegar el día en que se haga realidad. Te parece que tanto papeleo, poner a tanta gente de diferentes países de acuerdo, es un imposible. Hasta que me llegó el SMS", explica llena de ilusión y con el orgullo de pertenecer a un grupo como este, "preparado para salvar vidas". Mirián no se olvida de sus compañeros cántabros "que no han tenido la suerte que tengo yo. Somos un equipo y sé que aquello nos va a unir más. Va a ser como un ‘Gran Hermano’".

Confiesa que espera que "la organización vaya mejorando. Nos conceden los días para ir a la misión, pero nos pagan solo el salario base, una cantidad menor que una baja por maternidad, por ejemplo. También nos hemos tenido que pagar las vacunas de nuestro bolsillo. Estamos al día desde el año pasado y son realmente caras".

Pese a todo, "la ilusión y las ganas de ayudar pueden con todo. Tengo el sentido de la cooperación muy metido dentro. He estado en Bolivia y también he formado parte del Grupo Cooperante de Cruz Roja Internacional", explica. El proyecto Start se caracteriza por "ser totalmente autosuficientes, también en cuanto al agua y la comida", especificó. La comida corre a cargo de tres cocineros voluntarios del Proyecto Zaporeak.