Nuberos Científica

Números > Volumen 1 Número 1 > Medicalización de los accidentes de montaña en la comunidad autónoma de Cantabria: Análisis de la situación actual

Medicalización de los accidentes de montaña en la comunidad autónoma de Cantabria: Análisis de la situación actual

Título

Medicalización de los accidentes de montaña en la comunidad autónoma de Cantabria: Análisis de la situación actual

Autores

Rebeca Abajas Bustillo
Autor/a para correspondencia

colegio@enfermeriacantabria.com

Mª Jesús Durá Ros

Felícitas Merino de la Hoz

Beatriz Fernández Ramos

Mª Inmaculada De la Horra Gutiérrez

Luis Mariano López López

Elías Rodríguez Martín

Silvia González Gómez

Resumen

Premio ‘Sor Clara’ de Investigación en Enfermería 2009 Colegio de Enfermería de Cantabria (7ª Edición)

Introducción:Los deportes de montaña en los últimos años, han experimentado un crecimiento importante en nuestro país, provocando numerosos accidentes.
El rescate se viene realizando por grupos de socorro de múltiples procedencias y con distintas situaciones en cuanto a la medicalización.
En urgencias y emergencias extrahospitalarias, hace tiempo que se abandonó la idea de trasladar al herido hasta el puesto de atención sanitaria, sustituyéndola por la idea de la atención sanitaria in situ. Idea, que no se ha llevado a cabo en las mismas condiciones en las distintas Comunidades Autónomas, máxime, en el entorno concreto de los accidentes en montaña. En éste ámbito, la asistencia sanitaria in situ, conlleva que el equipo sanitario tenga que acceder a un medio hostil, inhóspito y en muchas ocasiones, de difícil acceso, para lo que es necesaria una buena preparación técnica, física y psíquica, que permita al equipo sanitario, integrarse dentro de los equipos de rescate.

Objetivo: El objetivo principal de este estudio es determinar la situación actual de la medicalización del rescate en montaña en la Comunidad Autónoma de Cantabria.

Método: El tipo de investigación será un estudio ecológico, en el que se pretende estudiar todos los rescates en montaña que se hayan realizado en Cantabria, en los últimos 5 años.
Los métodos de recogida de la información serán a partir de datos oficiales provenientes de fuentes secundarias.

Resultados: Se analizaron un total de 167 rescates, en los que hubo 239 personas recatadas durante el periodo a estudio.
En un 69,5% de los casos, no hubo personal sanitario presente. De todos los sujetos rescatados, sólo recibieron atención sanitaria in situ, un 15,1% y sólo hubo asistencia sanitaria in situ cuando las condiciones del rescate fueron muy difíciles, en un caso, y difíciles en 5 casos. Además de éstos, precisaron primeros auxilios un 34,7% de los casos que tuvo que ser prestada por los rescatadores.
El 51% de los recates y el 39,7% de los traslados, fueron llevados a cabo por el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil, el cual no está dotado de personal sanitario dentro de su equipo.
Las causas que originaron los rescates fueron principalmente caídas (36,4%) y extravíos (30,5%), seguido de impericia y/o falta de material adecuado (15,5%).Las lesiones: fracturas de MMII (miembros inferiores) y/o fracturas de MMSS (miembros superiores) (18,4%), hipotermia y/o agotamiento y/o deshidratación (12,6%), esguinces y/o contusiones (9,2%), fallecimientos (8,4%) y politraumatismos (5,9%).

Conclusiones: En la Comunidad Autónoma de Cantabria un elevado porcentaje de accidentados en montaña no recibe asistencia Sanitaria in situ y un porcentaje bastante importante no recibe asistencia sanitaria durante el traslado.
Los resultados de este estudio evidencian la necesidad de equipos sanitarios entrenados específicamente para el rescate en montaña.
Creemos que la medicalización de los servicios de rescate en montaña, debe realizarse bajo el modelo profesional y público, que lleva funcionando en otras Comunidades Autónomas desde hace varios años y creemos que las características de la Comunidad Autónoma de Cantabria, la hacen una excelente subsidiaria de ese modelo.

Abstract

Introduction: The recent growth of mountain sports in Spain has led to an increase of incidents every year.
Traditionally, rescues have been carried out by multidisciplinary first aid teams with different medical skills, resources and equipment.
In the field of pre-hospital emergencies, the idea of moving patients from the incident scenario to medical assistance facilities ("scoop and run") has been replaced by in situ health assistance. This new approach has been developed under different conditions depending on the autonomous community, especially regarding mountain incidents. In situ health care often means that health (rescue) teams have to work in hostile and hazardous environments, not always easily accessible. Advanced technical, physical and psychical training is needed in order to allow for a perfect integration of health professionals into mountain rescue teams.

Objective: The main objective of this study is to assess the current situation of medicalization in mountain rescue teams in Cantabria and to determine the need of specialized health professionals in those teams.
Method: An ecological research survey was developed. All mountain rescues that took place in Cantabria during 2005-2009 were studied. Information was collected from official data coming up from secondary sources.

Results: 239 injured subjects rescued in Cantabria within the study period were analyzed. In 69,5% of these, no specialized health professional was present. In situ health care was provided to 15,1% of the rescued subjects and 34,7% injured individuals needed fist aid help provided by rescue team. Only once health professional was present when rescue conditions were too difficult and five cases when were difficult.
Rescues (51%) and patient transfers (39,7%) were mainly undertaken by the Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM), a rescue team specialized in mountain incidents with no health professional among its staff.
Incidents were mainly caused by falls (36,4%) and losses (30,5%) followed by lack of skill and/or lack of appropriate material (15,5%). 18,4% of the injures due to fractures in low extremities and/or up extremities , 12,6% were due to dehydration and/or hypothermia and/or exhaustion, 9,2% to sprain and contusions, 8,4% of the injures resulted in deaths and 5,9% due to multiple injuries.

Conclusions: In the Autonomous Community of Cantabria, a high percentage of mountain casualties do not receive in situ health care. Additionally, in a relevant percent of incidents no health care is provided during the patients’ transfer to health facilities. Findings from this study highlight the need of medical teams specially trained in mountain rescue.
We consider that the public professional model should include the medicalization of mountain rescue services.
This approach has already been developed in other autonomous communities for several years and the characteristics of our community are suitable for adopting it.

Artículo

foto portada

ANTECEDENTES, ESTADO ACTUAL Y MARCO CONCEPTUAL

Los cambios sociales y económicos acontecidos en Europa desde la segunda Guerra Mundial hasta hoy día nos han llevado a existir en una sociedad con mayor tiempo libre para las personas que la formamos. Los medios de comunicación han difundido y popularizado los llamados ‘deportes de aventura’ o ‘actividades físicas en el medio natural’. 1

La montaña, tanto en su superficie como en su interior, no es sólo un mundo atractivo por su belleza o por el reto que supone la inaccesibilidad de prestigiosas cimas y cavidades, sino que también constituye un lugar inhóspito para el ser humano. 2

Hablamos de un ambiente hostil en el que existen multitud de peligros de los que, por desgracia, no todas las personas que acuden a la montaña son conscientes. El terreno escarpado e inestable, el viento, la niebla, el frío, la radiación solar, la lluvia, la nieve, la altitud, etc… son factores de riesgo vinculados al medio que pueden poner a estas personas en situaciones que comprometan seriamente su integridad física. Aspectos como la masificación, desconocimiento del medio, desconocimiento de las técnicas de progresión, el exceso de confianza por tener un nivel deportivo mínimo, constituyen factores de riesgo vinculados al individuo y a la propia actividad, que en ocasiones llevan a que se produzcan accidentes, algunos de los cuales requieren ayuda de los grupos profesionales de rescate.3

Un elemento a tener en cuenta es que, para cualquier persona, son de muy fácil acceso zonas que podemos catalogar de alta montaña. 1

Según datos de las Unidades de Rescate e Intervención en Montaña (UREIM) de la Guardia Civil, que realizo el 85% de todos los rescates a nivel nacional entre los años 1969 y 1993, la accidentabilidad en montaña ha tenido una progresión espectacular (Tabla 1). En el año 1969 estos servicios rescataron tan sólo a un herido que sufrió un accidente en montaña. Ya en 1973 se produjeron 24 accidentes con un total de 60 heridos. Inicialmente, las bajas cifras son fruto del desconocimiento por parte de la población de estos servicios de rescate que comenzaban su andadura y, por otro lado, por la acción de grupos voluntarios o montañeros que tradicionalmente eran los encargados del socorro de los accidentados en montaña. Cuando estos servicios comenzaron su andadura, la población, en parte por desconocimiento y en parte por el prejuicio de la población hacia el cuerpo de la Guardia Civil, continuaban acudiendo a aquellas personas que tradicionalmente habían asumido las tareas de socorro de los accidentados.

 tabla 1     tabla 2

En 1983, la cifra asciende hasta 159 accidentes con 226 heridos y en 1993 se producen 424 accidentes con 703 heridos1,5. J.R Morandeira, en su articulo ‘de demonios a ángeles’, cuenta cómo estos servicios llegaron a convertirse en auténticos ‘ángeles de la guardia’ para los montañeros en territorio español.

A nivel espeleológico, aunque el número de rescates producidos es menor debido a que es un deporte con reducido número de practicantes con respecto al resto de deportes de montaña agrupados, las cifras también han sufrido una evolución ascendente. Entre 1983 y 1991 se produjeron en España un total de 58 accidentes que necesitaron de la participación de algún grupo de espeleosocorro6 y entre 1992 y 1996, se produjeron un total de 43 accidentes.7(Tabla 2)

Estamos hablando de un problema de salud pública. Las administraciones públicas han decidido actuar debido al impacto social y económico que estos accidentes conllevan y algunas de ellas contemplan ya la medicalización del rescate con el objetivo de paliar, en la medida de lo posible, las secuelas de los accidentes, gracias a la rápida intervención de los servicios médicos en el lugar del accidente.1,8

Las especiales circunstancias de aislamiento, clima adverso, y condiciones del terreno para el abordaje al paciente, en las que debe prestarse asistencia sanitaria a los accidentados en montaña, exige un importante esfuerzo logístico y de planificación, en el que es fundamental contar con especialistas en el tema. Entre ellos los sanitarios: médicos y enfermeros. 4,9

En urgencias y emergencias hospitalarias hace tiempo que se abandonó la idea de llevar al accidentado al médico por otra mentalidad que ha demostrado ser más beneficiosa para el paciente y la sociedad, la de llevar la asistencia sanitaria hasta el accidentado. Esta actitud, ha demostrado que disminuye las lesiones, la mortalidad y la morbilidad de los accidentados, lo cual redunda en una disminución del gasto sanitario y social. 9

Según J. Morandeira en su estudio sobre ‘Los accidentes de montaña como problema de Salud Pública’, la medicalización del rescate en montaña es necesaria por varios motivos:

  • Permite la asistencia médica urgente sobre el terreno, abandonando la antigua mentalidad de llevar al accidentado al médico por la de la asistencia in situ.
  • Permite también la evaluación inmediata del accidentado poniendo a su disposición los medios adecuados y precisos para su evacuación en relación a la gravedad de sus lesiones.
  • Sólo el 20% de los accidentados se rescatan, pero el 100% requiere prestaciones sanitarias.
  • Disponer de prestaciones más eficientes, permite obtener mejores resultados para los usuarios.
  • Permite mejorar la planificación de aspectos preventivos.

 

Otros autores10 también justifican la necesidad de la medicalización de los servicios de rescate en montaña y llegan a las siguientes conclusiones:

  • Una evacuación rápida y una asistencia sanitaria in situ y durante el traslado son claves para una resolución favorable.
  • La masificación del montañismo y el turismo rural, junto a la existencia de pequeños núcleos de población aislada hacen necesaria una red sanitaria lo suficientemente preparada y rápida que pueda ofrecer un buen servicio sanitario en zonas de difícil acceso o lejanas a un centro sanitario.
  • Se debe desechar el concepto de la atención médica del accidentado en montaña sin medios capaces de aportar medidas de soporte vital avanzado.
  • El trabajo en equipos multidisciplinares es fundamental para optimizar el resultado de la asistencia prestada.

Según Pietro Bassi “La asistencia médica urgente en montaña es el máximo exponente de la prestación sanitaria en condiciones de extrema periferia”. 4

Las características especiales del entorno de la montaña, hace necesario definir y describir el perfil personal y profesional de los sanitarios dedicados a la medicina de montaña. 11

El entrenamiento de los sanitarios hay que efectuarlo en varios aspectos: técnico, físico y psicológico. El personal sanitario, debe tener aptitudes tanto para rescates en helicóptero como sobre el terreno ya que el 10% de los rescates se efectúan por tierra en condiciones climatológicas adversas o de noche.12

En cuanto a las técnicas de rescate, el personal sanitario deberá conocer las maniobras específicas para cada situación, con el objetivo de poder ser autónomo e independiente en las técnicas de progresión hasta el accidentado, así como en su evacuación.

Tan importante como la preparación física, es la preparación psicológica. La particularidad de la montaña, hace que haya una serie de factores como por ejemplo, la incertidumbre de la situación de los accidentados, las condiciones climatológicas adversas, la percepción de peligro o la dificultad en el rescate, que ponen a prueba las capacidades no sólo físicas, sino también psicológicas de los miembros del equipo. Las condiciones pueden llegar a ser extremas y es importante que todos los miembros del equipo sean capaces de mantener la tranquilidad y una actitud de trabajo en equipo, recordando que “una cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones”.

foto 1

Una actitud de evaluación de los riesgos es esencial para disminuir la posibilidad de lesiones, tanto de la víctima como del equipo de rescate, por la exposición a los elementos y peligros potenciales como el desprendimiento de rocas o avalanchas. Estos factores pueden dictar actuaciones distintas a las convencionales. La utilización del protocolo ‘ABCD’ del paciente grave 13,14, tiene en este medio hostil la adición de la letra ‘E’ para factores ambientales como altitud, terreno, climatología, etc. El tratamiento de estos pacientes incluye:15

  • Estabilización de la vía aérea sopesando las necesidades del paciente, las dificultades de la situación y las alternativas disponibles.
  • Administración de oxígeno.
  • Detección y tratamiento de lesiones vitales.
  • Canalización de una o dos vías venosas con la infusión de líquidos, especialmente en aquellos pacientes que previamente estaban deshidratados (situación bastante frecuente en este tipo de medios) o aquellos que presenten lesiones traumáticas subsidiarias de producir una situación de SHOCK hipovolémico.
  • Control de hemorragias.
  • Habrá que prestar especial cuidado a la pérdida de calor.
  • Valorar la colocación de sondaje vesical.
  • Deberá realizarse también, un adecuado manejo de la columna vertebral y de las fracturas, tanto de huesos largos como de pelvis.
  • Control del dolor.

 Otras funciones del personal sanitario en el rescate serán:

  • Interrogar a los testigos.
  • Reconfortar y mejorar el acondicionamiento del accidentado.
  • Dirigir la movilización del herido.
  • Acondicionar al paciente para su evacuación.
  • Vigilancia del herido.
  • Orientar sobre las instalaciones sanitarias que le sean más apropiadas.
  • Efecto psicológico tranquilizador tanto para el paciente como para el resto de los miembros del equipo de rescate.

Actualmente, la presencia y actuación de personal sanitario en los equipos de socorro en la montaña están plenamente justificadas. Estudios recientes han demostrado que un tratamiento precoz sobre el terreno permite, a menudo, evitar la aparición de complicaciones en muchas ocasiones irreversibles y disminuir la duración de la hospitalización. De esta forma se disminuye también el costo, en general, de la sanidad.12

foto 2

España el segundo país más montañoso de Europa4, y un referente espeleológico a nivel mundial. Según datos de la Federación Española de Espeleología, sólo en España, se localizan el 15% de los sistemas subterráneos con más de 50.000 metros de desarrollo18 y cerca del 21% de las simas con una profundidad superior a 1000 metros a nivel mundial. 19

Pese a estos datos, la medicalización profesional de los servicios de rescate en montaña y de los grupos de espeleosocorro, es una asignatura pendiente en muchas de las Comunidades Autónomas de nuestro país.

Los datos en Europa dicen que el 63,2 % de los helicópteros de rescate disponen de un médico de familia a bordo, el 17,8% disponen de paramédico y el 19% no tiene personal sanitario entrenado a bordo. 20

Existen diversos modelos de socorro: 16

  • Voluntario y público, como el antiguamente denominado bloque de los países comunistas.
  • Voluntario y privado, como en Italia.
  • Profesional y privado, como en Suiza y Austria.
  • Profesional y público, como en Francia.

Incluso dentro de un mismo país nos podemos encontrar con distintos sistemas dentro de un mismo modelo, como en el caso de Suiza21, en el que hay dos sistemas:

          - Sistema REGA (Guardia Aérea Suiza de Salvamento) como empresa privada con médicos integrados en el equipo de rescate que cubre los alpes Suizos (excepto el cantón de Valais).
          - Sistema del GRIMM (Grupo de intervención médica en montaña) de Valais: asociación libre de médicos alpinistas.

En España, es en 1967 cuando la Guardia Civil crea los primeros grupos de rescate en montaña –los denominados ‘Grupos de Esquiadores y Escaladores’–, que se crean gracias a la insistencia de las distintas Federaciones de Montaña y en respuesta a los problemas que los accidentes causaban.

A partir de este momento comienza una evolución espectacular, constituyéndose las UREIM (Unidades Rurales Especiales de Intervención en Montaña) con diversas siglas según su tamaño: SEREIM (secciones), GREIM (grupos), EREIM (equipos), que poco a poco se irían extendiendo por toda España. En 1992 se organiza por primera y única vez el Congreso de la CISA-ISKAR (Comisión Internacional de Socorro Alpino) tras haberse reconocido públicamente que los grupos de Rescate en Montaña de la Guardia Civil, por su organización, nivel de formación y eficiencia, podían contarse entre los cuatro mejores del mundo.

Paralelamente, aunque por vías más lentas, comienza a desarrollarse en España la medicina de montaña. Es en 1987, después de muchos esfuerzos, cuando se crea la SEMAM (Sociedad Española de Medicina y Auxilio en Montaña) para dar cabida a todos aquellos interesados en la problemática de los accidentes y la medicina de montaña. A partir de aquí, comienza un periodo de gran actividad investigadora.

Actualmente, la medicalización de los grupos de rescate en montaña no se ha producido de igual manera en todo el territorio nacional.

En algunas Comunidades Autónomas, hace tiempo que se instauró el sistema profesional y público de medicalización del rescate con presencia de médico y enfermera en los equipos, como es el caso de Navarra, Comunidad de Madrid, Aragón, etc.

En otras Comunidades, la medicalización del rescate responde al modelo profesional y privado, como es el caso de Asturias.

La situación actual en Cantabria es bien distinta. La medicalización del rescate en montaña no responde a ningún modelo descrito. Consiste en un modelo privado y no profesionalizado. Actualmente, el Gobierno de Cantabria tiene contratados los servicios de una empresa privada para medicalizar el helicóptero en caso necesario. La medicalización consiste en personal médico, al que no se le exige ningún conocimiento ni habilidad sobre rescate en montaña. Además hay que señalar, que el actual helicóptero del Gobierno de Cantabria, si bien tiene características que le hacen muy bueno en otro tipo de rescates, en montaña tiene una serie de limitaciones que, en no pocas ocasiones, imposibilita su uso con esta finalidad. Ante la habitual inoperatividad de este sistema, frecuentemente, el rescate en montaña es realizado por los servicios de Rescate en Montaña de la Guardia Civil (GREIM) sin presencia de personal sanitario o bien, es necesaria la colaboración del servicio de rescate de Comunidades Autónomas vecinas. A nivel espeleológico, la situación es todavía peor, ya que la medicalización del rescate depende de voluntarios que, en el momento de producirse un accidente, pueden estar disponibles o no.

En Cantabria se encuentra parte del Parque Nacional de Picos de Europa, zona muy frecuentada por alpinistas, escaladores, esquiadores, montañeros, espeleólogos y demás amantes de los deportes de aventura, además de los miles de turistas que se acercan a dar un paseo por nuestras montañas, como demuestran los 271.000 pasajeros del teleférico de Fuente Dé del año 2007 o los 303.425 del año 2006 (Año Jubileo Lebaniego) según datos de Cantur, empresa encargada de la explotación de este servicio.

El parque Nacional de Picos de Europa se encuentra a caballo entre tres Comunidades Autónomas: Asturias, Cantabria y Castilla-León. Incluso hay montañas concretas que se encuentran en zonas limítrofes. La elección de la ruta por la que se accederá a la cima puede ser decisiva en caso de accidente. Dependiendo de la Comunidad en la que nos encontremos, los servicios de rescate que acudan en nuestro auxilio dispondrán de personal sanitario o no.

A nivel espeleológico, Cantabria y el Parque Nacional de Picos de Europa son un referente mundial, con un elevado porcentaje de las simas más profundas (más de 1000 metros de profundidad) y de las cavidades con mayor desarrollo horizontal (más de 50 kilómetros).

Según datos oficiales del Catálogo de Sistemas Subterréneos y Simas de la Federación Española de Espeleología, en España tenemos el 20,7% de las simas de más de 1.000 metros de profundidad a nivel mundial y, de éstas, el 67% se encuentran en las comunidades de Asturias, Cantabria y Castilla y León, es decir que sólo en Cantabria y el territorio que abarca el Parque Nacional de Picos de Europa se encuentran el 13,8% a nivel mundial. (Gráficos 1 y 2)

 grafico 1   grafico 2

En cuanto a los sistemas de más de 50 Km a nivel mundial, el 14,5% se encuentran en España, y de éstos, el 75% están en estas tres comunidades autónomas, lo que supone el 10,9% a nivel mundial. (Gráficos 3 y 4)

grafico 3   grafico 4 

Aunque políticamente parezca que el problema de la medicalización del rescate en montaña en la Comunidad Autónoma de Cantabria está solucionado, creemos que la realidad es bastante distinta y de ahí el interés por realizar este estudio.

Lo que se pretende con este estudio, es analizar la situación en la Comunidad Autónoma de Cantabria, para poder llegar a formular estrategias tendentes a la medicalización de los grupos de rescate en montaña. Medicalización que creemos que debe realizarse bajo el modelo profesional y público, por ser el que cuenta con más personal cualificado, ya que integra en los equipos de rescate médicos y enfermeras entrenados específicamente y, por tanto, mejora la atención del accidentado en montaña. Este modelo lleva funcionando en otras Comunidades Autónomas de este país desde hace varios años y creemos que las características orográficas de la Comunidad Autónoma de Cantabria, la hacen una excelente subsidiaria.

 

METODOLOGÍA Y PLAN DE TRABAJO

1. Tipo de investigación: estudio ecológico (datos indicadores).

2. Población diana: personas atendidas por los servicios de rescate en montaña de la Comunidad Autónoma de Cantabria desde enero del 2005 hasta diciembre de 2009.

  - Criterios de inclusión: personas que han precisado ser rescatados por los servicios de rescate en montaña o equipo de espeleosocorro de la Comunidad Autónoma desde Enero de 2005 hasta Diciembre de 2009, en la Comunidad Autónoma de Cantabria.

  - Criterios de exclusión: aquellos casos en que se produjo alerta de los servicios de rescate pero que no necesitaron activación del grupo de rescate.

3. Variables

Variables independientes:

1. Tipo de actividad:

  • Definición: actividad deportiva que se estaba realizando en el momento del suceso.
  • Tipo: cualitativa.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Codificación: 0= se desconoce; 1= escalada deportiva; 2= espeleología; 3= trakking/senderismo; 4= esquí alpino; 5= esquí de travesía; 6= snow board; 7= escalada en hielo; 8= parapente; 9= espeleología; 10= barranquismo; 11= bicicleta de montaña (BTT); 12= actividades ecuestres; 13=piragüismo/descenso de aguas bravas; 14= quad; 15= trial; 16= 4x4; 17= labores del campo; 18= otras actividades de montaña (carreras de montaña, puenting, ala delta, rafting, espeleobuceo); 19= otras actividades (caza, pesca, conducción de vehículos, accidentes laborales).

2. Fecha de nacimiento.

  • Definición: fecha nacimiento de los sujetos en años.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: numérica.
  • Codificación: DD: MM:AA.
  • Codificación: números enteros.

3. Fecha del rescate:

  • Definición: fecha en que se produjo el rescate.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: numérica.
  • Codificación: DD: MM:AA.
  • Codificación: números enteros.

4. Género

  • Definición: Sexo del sujeto.
  • Fuente: Datos de filiación.
  • Tipo: Cualitativa dicotómica.
  • Codificación: 1= mujer ; 2= hombre.

5. Lugar de procedencia:

  • Definición: Comunidad de residencia habitual.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: nominal.

6. Federados:

  • Definición: sujetos rescatados asociados a alguna federación.
  • Fuente: datos oficiales de las federaciones correspondientes y de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: 1= sí está federado para la actividad; 2= no está federado para la actividad 3= se desconoce.

7. Nivel técnico del accidentado:

  • Definición: nivel técnico en la actividad realizada.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa ordinal.
  • Codificación: 0= desconocido; 1= bueno; 2= regular; 3= malo

8. Equipo del accidentado:

  • Definición: equipamiento deportivo del accidentado.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa ordinal.
  • Codificación: 0= se desconoce; 1= excelente; 2= suficiente; 3= insuficiente

9. Compañeros de actividad

  • Definición: número de personas que acompañaban al accidentado.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa ordinal.
  • Codificación: 0= se desconoce; 1= en solitario; 2= con 1-3 personas; 3= con 4-5 personas; 4= más de 5 personas; 5= con guía profesional; 6= acompañado, pero se desconoce de cuántos acompañantes.

10. Terreno:

  • Definición: terreno donde se ha producido el incidente.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: 0= se desconoce; 1= terreno de montaña de muy difícil acceso (requiere técnicas de alta montaña y rescate en pared); 2= terreno montaña difícil acceso (no se puede acceder por pista pero tampoco requiere técnicas de pared); 3= terreno montaña fácil acceso (se accede por pista o carretera); 4= barranco; 5= cueva; 6= río; 7= estación de esquí; 8= otros.

11. Condiciones atmosféricas:

  • Definición: climatología en el momento del rescate.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa ordinal.
  • Codificación: 1= buenas; 2= regulares; 3= malas; 4= se desconoce

12. Dificultad del rescate:

  • Definición: grado de dificultad del rescate.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa ordinal.
  • Codificación: 0= se desconoce ; 1= fácil; 2= difícil; 3= muy difícil.

13. Medio de transporte

  • Definición: medio de transporte utilizado para la evacuación de los sujetos.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: 0= se desconoce; 1= por sus propios medios; 2= porteo por rescatadores; 3= helicóptero; 4= todoterreno; 5= ambulancia; 6= otros vehículos terrestres; 7= porteo + helicóptero; 8= porteo + todoterreno; 9= Porteo + todoterreno+ helicóptero; 10= Porteo + todoterreno + ambulancia; 11= Helicoptero + todoterreno.

14. Causa:

  • Definición: hecho que produjo el incidente.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: 1= caída; 2= meteorología; 3= enfermedad por actividad; 4= enfermedad común; 5= alud; 6= desprendimiento de piedras; 7= equipo inadecuado; 8= extravío; 9= fallo de anclajes; 10= golpe con objetos; 11= impericia para la actividad; 12= traspiés; 13= impericia + falta de material adecuado; 14= otras causas.

15. Hora de activación.

  • Definición: hora del día en que se contacta con los grupos de socorro.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: numérica.
  • Codificación: HH:MM.

16. Primer contacto con la víctima:

  • Definición: hora del día en que se contacta con la víctima.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: numérica.
  • Codificación: HH:MM.

17. Hora de finalización:

  • Definición: hora del día en que se da por finalizado el rescate.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: numérica.
  • Codificación: HH:MM.

18. Lugar del rescate:

  • Definición: lugar exacto en el que se realiza el rescate.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: nominal.

19. Duración:

  • Definición: tiempo transcurrido desde la activación del dispositivo de socorro hasta la finalización del mismo.
  • Fuente: datos oficiales de los servicios de socorro.
  • Tipo: cuantitativa.
  • Codificación: HH:MM. 

Variables dependientes:

20. Número:

  • Definición: número de rescates realizados en el periodo objeto de estudio.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cuantitativa.
  • Codificación: números enteros hasta 4 dígitos.

21. Presencia de personal sanitario:

  • Definición: presencia de personal sanitario en el rescate.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: 0= se desconoce; 1= no; 2= si: médico; 3= si: enfermera; 4= si: médico y enfermera.

22. Asistencia sanitaria in situ:

  • Definición: asistencia sanitaria en el lugar exacto del accidente y/o rescate.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: 0= se desconoce; 1= si; 2= no.

23. Maniobras realizadas:

  • Definición: maniobras realizadas en el lugar exacto del accidente.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: 0= ninguna; 1= primeros auxilios por rescatadores; 2= primeros auxilios por acompañantes; 3= asistencia sanitaria in situ; 4= primeros auxilios por rescatadores + asistencia sanitaria diferida; 5= técnicas de rescate; 6= se deconoce.

24. Organismo dependiente para personal sanitario:

  • Definición: organismo encargado de realizar la asistencia sanitaria del rescate.
  • Fuente: Datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: 1= pública; 2= concertada; 3= privado; 4= voluntarios; 5= personal presente de forma casual; 6= sin personal sanitario presente.

25. Organismo rescatador:

  • Definición: organismo que realiza el rescate.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: 1= GREIM Potes; 2= GREIM Asturias; 3= GREIM León; 4= rescatadores Protección Civil del Gobierno de Cantabria; 5= bomberos del Gobierno de Cantabria; 6= bomberos de Asturias; 7= bomberos de Castilla y León; 8= Unidad Militar de Emergencias; 9= Espeleosocorro Cántabro ESOCAN; 10= GREIM Potes + Rescatadores PC Cantabria; 11= GREIM de Potes + GREIM León; 12= GREIM Potes+GREIM Asturias; 13= todos; 14= GREIM Potes + helicóptero CyL

26. Organismo que realiza el traslado:

  • Definición: organismo que realiza el traslado.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: 1= GREIM; 2=Helicóptero PC Cantabria; 3= 061 Cantabria; 4= Helicóptero GREIM León, 5=Helicóptero de Asurias;

27. Comunidad Autónoma del organismo de rescate:

  • Definición: Comunidad Autónoma que lleva a cabo el rescate.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: 1= Cantabria; 2= Asturias; 3= León; 4= Cantabria + Asturias; 5= Cantabria + León; 6= Asturias + León; 7= Cantabria + Asturias + León.

28. Derivación:

  • Definición: rescate derivados a servicios de otras Comunidades Autónomas por falta de asistencia sanitaria in situ.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: 1= no se deriva el rescate a otra comunidad; 2= sí se deriva el rescate a otra comunidad por falta de medios de transporte adecuados; 3= sí se deriva el rescate a otra comunidad por falta de personal sanitario entrenado; 4= se deriva el rescate por otras causas; 5= se deriva el rescate por causas desconocidas; 6= se deriva el rescate por falta de medios de transporte adecuado y de personal sanitario entrenado.

29. Descripción de las lesiones:

  • Definición: descripción de las lesiones que presentaban las personas rescatadas.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: nominal.

30. Lesiones presentes agrupadas:

  • Definición: lesiones que presentaban las personas rescatadas.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación: 0= sin lesiones; 1= hipotermia; 2= deshidratación; 3= fracturas MMII; 4= fracturas MMSS; 5= fracturas en MMII+MMSS; 6= esquince; 7= contusiones; 8= fallecido; 9= luxaciones; 10= hipoglucemia; 11= deshidratación + hipotermia; 12= Agotamiento; 13= deshidratación + agotamiento; 14= politraumatismo, traumatismo de columna; 15= TCE; 16= otras.

31. Imprudencia de las víctimas:

  • Definición: algún acto imprudente por parte de las víctimas produjo el accidente/rescate.
  • Fuente: datos oficiales de los grupos de socorro.
  • Tipo: cualitativa.
  • Codificación:1= si; 2= no; 3= se desconoce.


4. Tamaño de muestra: se recogieron todos los datos posibles dado que se trata de un fenómeno poco frecuente en nuestro medio.

5. Métodos de recogida de la información: a partir de fuentes secundarias:

  • Datos oficiales de los grupos de rescate en montaña (dirección general de la guardia civil, GREIM y Protección Civil del Gobierno de Cantabria)
  • Datos oficiales del grupo de ESOCAN.

Las variables se han seleccionado en base al estudio de la información disponible en las memorias de dichos organismos y en función de esta información, hemos tenido que modificar algunas de las variables que previamente teníamos previstas.

Se hizo una petición oficial tanto a la Dirección General de la Guardia Civil como al Consejero de Protección Civil del Gobierno de Cantabria para tener acceso a la información registrada de los rescates realizados en el periodo a estudio y en ambos casos la respuesta fue muy positiva.

6. Método estadístico: Las variables cualitativas se describen con su distribución de frecuencia (medicalización, organismo responsable de la medicalización…..).

La edad y la duración del rescate se resumen en media y desviación estándar o en su mediana y RIQ (rango intercuartil P25-P75) en caso de asimetría.

En todos los parámetros se estimará el IC (Intervalo de confianza) 95%.

La asociación entre variables cualitativas se estimará con el test de la X2 o test de Fisher.

Las variables cuantitativas se compararan con la t de Student o U de Mann-Whitney si no se sigue una distribución normal.

Se usará el programa informático SPSS para Windows ver. 17.0.

Se rechazan las asociaciones con un error alfa menor de 0,05.

7. Limitaciones del estudio:

Sesgo de clasificación: ya que los datos se obtienen de fuentes secundarias y no se tiene control sobre los mismos.

Estudio ecológico: no se pueden concluir hipótesis sino generarlas.

8. Bibliografía:

  1. Gerris K, Lacey A. Investigación en enfermería. Madrid: McGraw-Hill. 2008.
  2. Avellanas M.L. Los accidentes de montaña en España (Análisis de la situación actual, sobre un estudio epidemiológico de los años 1969-1995). En Manual Básico de Medicina de Montaña. Ed. Prames. 1ª ed. 1996.():
  3. Morandeira JR. El rescate y asistencia médica urgente a los accidentados en montaña en España: antecedentes y estado actual. Manual básico de rescate en montaña. Ed. Prames, 1997
  4. Perez P. Análisis de los accidentes espeleológicos en España en los últimos 9 años. Actas de VI Congreso Español de Espeleología.1992:109-202.
  5. Perez P. Análisis de los accidentes espeleológicos en España en 1992-1996.Actas VII Congreso Español Espeleología.1997: 101-104.

 

RESULTADOS

Se analizaron un total de 167 rescates en montaña, ocurridos entre enero del 2005 y diciembre de 2009 que tuvieron lugar en la Comunidad Autónoma de Cantabria. Esto supuso que se rescataron un total de 239 personas en dicho periodo. No fueron incluídos en el estudio casos de búsquedas de animales, prestación de ayuda para desbloqueo de vehículos o situaciones en las que se produjo alarma de los servicios de rescate pero no fue necesaria su intervención.

El 26,1% de los rescatados fueron mujeres y 73,9% hombres.

La edad media fue de 40,03 años con una desviación típica de +/- 15,74. En el caso de las mujeres la media de edad fue de 37,89 (D.E. +/- 15,89) y en el caso de los hombres de 40,80 (D.E.+/-15,67).

Respecto al lugar de procedencia, el 25,8% fueron víctimas de la propia Comunidad Autónoma de Cantabria, el 14,8% fueron ciudadanos Europeos de distinta procedencia (Bélgica, Reino Unido, Holanda, etc…), el 13,1% eran de Madrid, el 11,4% del País Vasco, seguido por Asturias (6,8%) y Comunidad Valenciana (6,8%), Castilla y León (6,4%), Cataluña (3,8%), Andalucía (1,7%), Navarra (0,8%) y Galicia (0,8%), Castilla la Mancha (0,4%) y Aragón (0,4%). En un 6,8% de los casos se desconoce la procedencia de las personas rescatadas.

La actividad mayoritaria que estaban realizando en el momento del accidente fue  el senderismo (53,6%), seguida de alpinismo (12,1%) y espeleología (12,1%), otras actividades (caza, pesca, conducción de vehículos) supusieron el 4,6% de los rescatados, esquí alpino y bicicleta de montaña (2,5% respectivamente), conducción de quads (2,1%) y labores del campo (2,1%), esquí de travesía (1,7%) y barranquismo (1,7%), trial (0,8%) y parapente (0,4%). Se desconoce la actividad que estaban realizando las personas rescatadas en un 3,8% de los casos.

 resultados graf 1   

Los meses del año en que más accidentes se produjeron fueron julio y agosto, seguido de abril, lo cual coincide con época de mayor afluencia de personas por vacaciones de verano y de Semana Santa, que habitualmente coincide con el mes de  abril.

resultados graf 2

La hora en que se activan los servicios de rescate con mayor frecuencia es de 15-15:50 y, agrupando las horas más frecuentes, vemos que el 66,1% de los casos son entre las 12 y las 20 horas.

resultados graf 3   resultados graf 4

En cuanto a si estaban federados para la actividad o no, sabemos que sí estaban federados para la actividad un 17,7% de los rescatados, no estaban federados un 33,3% y se desconoce este dato en un 48,9% de los casos. Si no tenemos en cuenta los casos en los que se desconoce este dato, el 65,3% de los casos no estaban federados para la actividad que realizaban. 

El tiempo medio de duración de los rescates fue de 5 horas y 50 minutos (D.E. +/- 9 horas y 42 minutos). El tiempo mínimo de rescate fue de 35 minutos y el máximo de 91 horas.

El equipamiento de los accidentados fue excelente sólo en el 2,1% de los casos, suficiente (36,8%), insuficiente (21,3%) y se desconoce este dato en el 39,7% de los casos. Si contabilizamos sólo los casos en los que se conoce este dato, vemos que en el 35,4% de los casos el equipo fue insuficiente.

resultados graf 5     resultados graf 6 

El nivel técnico de los accidentados fue bueno en un 13%, regular en un 28%, malo en un 12,6% y se desconoce en un 46,4% de los rescatados. Si tenemos en cuenta sólo los casos en que conocemos este dato, el 75,8% de los rescatados tenían un nivel técnico regular o malo.

En cuanto a los compañeros de actividad, podemos decir que el 8,4% de los rescatados iba sólo, el 36% con 1-3 compañeros de actividad, el 23,8% con 4-5, el 10% con más de 5 y el 0,4% iban acompañados de guía profesional. En un 2,9% de los casos se sabe que iban acompañados pero se desconoce de cuantos compañeros y en 18,4% se desconoce este dato.

Las condiciones atmosféricas del rescate fueron buenas en un 34,6%, regulares en un 14,2%, malas en un 12,1% y se desconoce este dato en el 37,2% de los casos.

El terreno en el que se produjo el rescate fue de muy difícil acceso en un 16,9%, de difícil acceso en un 54,3%, de fácil acceso en un 15,1%, en barranco en un 1,8%, en cueva en un 11% y en río y estación de esquí en un 0,5%, respectivamente.

Respecto a la dificultad del rescate, se consideró fácil en el 45,6% de los rescatados, difícil en el 27,6% y muy difícil en el 5,9%. Se desconoce este dato en el 20,9% de los rescatados.

El medio de transporte empleado para rescatar a las víctimas fueron el helicóptero (41,2%), por sus propios medios (37,8%), porteo por los rescatadores (3,4%), porteo por los rescatadores más todo terreno (5,5%), porteo por los rescatadores más helicóptero (1,7%), porteo por los rescatadores más todo terreno y ambulancia (2,9%) y porteo por los rescatadores más helicóptero (0,8%). Se desconoce este dato en un 0,8% de los casos. De los que fueron rescatados en helicóptero, la caída fue la causa del accidente en 52/98 de los casos y en el extravío en 13/98.

De los casos que salieron por sus propios medios, la causa del accidente fue extravío en 60/90 de los casos y en 10/90 fue meteorología adversa. Además, las maniobras realizadas en 63/90 casos fueron técnicas de rescate y en 18/90 no hubo que realizar ninguna maniobra.

resultados graf 7    resultados graf 8

De los que fueron rescatados en helicóptero, 32/98 recibieron asistencia sanitaria in situ, 24/98 recibieron primeros auxilios por los rescatadores y asistencia sanitaria diferida y en 12/98 recibieron primeros auxilios por rescatadores pero desconocemos si precisaron posteriormente asistencia sanitaria.

En cuanto a si hubo personal sanitario presente en el rescate, podemos decir que no lo hubo en un 69,5% de los casos, estuvo presente un médico en el 25,9% de los casos y de éstos, en 56/62 pertenecía a un sistema sanitario concertado, 1/62 fue voluntario y 5/62 pertenecía al sistema sanitario público. Estuvo presente una enfermera en el 3,8% de los casos y en todos ellos (9/9) fue voluntario, hubo médico y enfermera en un caso (0,4%) y pertenecían al Sistema Sanitario Público. Se desconoce si hubo personal sanitario presente en el 0,4% de los casos.

La asistencia sanitaria in situ se prestó en el 15,1% de los casos, no hubo asistencia sanitaria in situ en el 78,7% de los casos y se desconoce este dato en el 6,2% de los casos.

Las maniobras realizadas fueron primeros auxilios por rescatadores en el 12,1% de los casos, asistencia sanitaria in situ en el 15,1% de los casos, primeros auxilios por rescatadores más asistencia sanitaria diferida en el 22,6% de los casos, sólo técnicas de rescate en el 39,7% de los casos, no se realizó ninguna maniobra en 7,9% de casos y se desconoce en el 2,5% de los casos. Es decir, que a pesar de haber personal sanitario presente, en el 25,9% de los casos, sólo en un 15,1% hubo asistencia sanitaria in situ.

De aquellos pacientes que sólo necesitaron técnicas de rescate, el motivo del rescate fue por extravío en 54/95 casos. No presentaban lesiones 72/95 y en 13/95 la causa que originó el rescate fueron fallecidos.

El organismo dependiente para personal sanitario fue público en un 2,5%, concertado en un 23,4%, voluntarios en un 4,2% , no hubo personal sanitario presente en un 69,5% de los casos y se desconoce en 0,4%.

Todos los casos en que el personal sanitario fue voluntario se trató del grupo de Espeleosocorro Cántabro (ESOCAN)

El organismo rescatador fue El GREIM de Potes en un 51% de los casos, los rescatadores de Protección Civil del Gobierno de Cantabria en un 20,1% de los casos, estos dos últimos actuaron conjuntamente en un 6,3% de los casos, espeleosocorro Cántabro (ESOCAN) en un 12,6% de los casos, El GREIM de Potes tuvo que pedir colaboración al GREIM de ASTURIAS en un 3,8% de los casos y al GREIM DE LEÓN en un 5% de los casos y en un 1,2% de los casos, hubo colaboraciones de más de grupos de rescate.

El traslado de las víctimas fué llevado a cabo por el GREIM de Potes en un 39,7% de los casos, por el helicóptero y los rescatadores de Protección Civil del Gobierno de Cantabria en un 31,6% de los casos, por el helicóptero de la Guardia Civil de Asturias en un 3,8% de los casos, por el helicóptero de la Guardia Civil de León en un 8% de los casos y no fue necesario trasladar a las víctimas en un 16,9% de los casos.

La comunidad autónoma responsable del rescate fue Cantabria en un 87% de los casos y hubo que pedir colaboración a servicios de rescate de Comunidades limítrofes en un 13% de los casos, de los cuales el 8,8% fue León, el 4,2% fue Asturias.

Del 13% de casos en que se precisó ayuda de otros servicios de rescate de regiones limítrofes, los motivos fueron por la falta de medios de transporte apropiados (11,7%) y por causa desconocida en el 1,3%.

No podemos saber en cuantos casos se precisó ayuda de otros servicios por falta de personal sanitario entrenado porque esta información no se refleja en los informes.

En cuanto a las causas más frecuentes nos encontramos, en primer lugar, con las caídas en un 36,4% de los casos seguido de extravíos (30,5%), impericia para la actividad y falta de material apropiado (15,5%), meteorología (4,6%), enfermedad común (4,2%), enfermedad por actividad y desprendimiento de piedras (2,1%), golpe con objetos (0,4%) y otras causas (4,2%).

En cuanto a las lesiones presentes, lo habitual es que no haya lesiones presentes (41,8%), seguido de fracturas en miembros inferiores (16,7%), fallecimientos (8,4%), contusiones (6,3%), politraumatismos (5,9%), deshidratación e hipotermia conjuntamente (4,2%), agotamiento (3,8%), agotamiento junto con deshidratación (3,8%), esguince (2,9%), fracturas de miembros superiores (1,3%), hipoglucemia, traumatismo craneoencefálico (0,8%) y otras causas (0,8%), deshidratación  (0,4%) e hipotermia separadamente (0,4%) y fracturas de miembros superiores e inferiores conjuntamente (0,4%). Analizando estos datos, podemos decir que las fracturas aisladas en un miembro o de más de un miembro suponen un 24,3%. Además, nos llama la atención el porcentaje de fallecidos en montaña en los últimos 5 años que, en valores absolutos, suponen un total de 20 víctimas. Si analizamos las causas del fallecimiento de éstas víctimas, encontramos que en 9 fue por caídas, 4 por enfermedad común, 2 por desprendimiento de piedras, 2 por impericia para la actividad y 3 por otras causas.

La asociación entre la variables cualitativas se exploró mediante chi-cuadrado, para las variables ordinales se empleó la correlación de Spearman-Brown. Se estableció un nivel de significación del 95%.

Se encontró una asociación significativa entre las variables equipamiento y nivel técnico de los accidentados (x2 =34.66 p=0.000) y una correlación significativa y positiva entre ambas variables (r=0.484 p=0.000). 

No se pudo establecer asociación significativa entre dificultad del rescate y asistencia sanitaria in situ ni entre dificultad del terreno y asistencia sanitaria in situ, aunque creemos que es por el escaso número de casos en que se produjo este hecho.


DISCUSIÓN

Los llamados ‘deportes de aventura’ han sufrido un tremendo auge en las últimas décadas.

La mayor disponibilidad de tiempo libre de la sociedad en general y los medios de comunicación, han llevado a que lugares que antaño eran apenas transitados, sean ahora objetivo de actividades de un gran número de personas.1

La montaña es un medio atractivo tanto por su belleza, como por el reto que supone la inaccesibilidad a determinados lugares, ya sean cimas, cavidades, barrancos, etc…

En ocasiones, la montaña es un medio hostil en el que existen multitud de riesgos. El terreno escarpado, la lluvia, el viento, la radiación solar, la altitud, el riesgo de desprendimientos, de aludes, etc… son factores de riesgo vinculados al medio que pueden comprometer seriamente la integridad física de aquellas personas que se acerquen a la montaña a practicar alguno de estos ‘deportes de aventura’ o ‘actividades en el medio natural’ 2. Si analizamos las causas del accidente, de entre las que son asignables al medio, destacan las meteorológicas con un 4,6% de los casos y los desprendimientos de piedras (2,1 %).

Otros aspectos, como la masificación, desconocimiento del medio, desconocimiento de las técnicas de progresión, exceso de confianza por tener un nivel deportivo mínimo, constituyen factores de riesgo ligados al individuo y a la propia actividad, que en no pocas ocasiones llevan a que se produzcan accidentes y, en algunos casos, requieren incluso la ayuda de los grupos de rescate 3. De hecho, llama la atención que de los casos en los que se conocen estos datos, el 38,2% de los rescatados tuviesen un equipamiento insuficiente y que el 75,8% de los rescatados tuviesen un nivel técnico regular o malo. También hay que destacar que sabemos que hubo imprudencia de las víctimas en un 27,1 % de los casos (hay que tener en cuenta que se desconoce este dato en un 39,8%). Además, si analizamos las causas que produjeron el accidente, entre las que dependen del individuo se encuentran la impericia para la actividad y la falta de material apropiado que suponen un 15,5% de las causas de los rescates, llamando también la atención el elevado porcentaje de extravíos (30,5%).

Como era de esperar, encontramos una correlación significativa y positiva entre el equipamiento y el nivel técnico del accidentado, es decir, que cuanto mejor es el nivel técnico, mejor es el equipamiento y viceversa.

A la vista de los resultados, parece adecuado creer que el factor humano es responsable de un mayor porcentaje de rescates en el medio natural, que los factores vinculados al medio.

Como ya se ha citado anteriormente, la evolución de los accidentes en montaña ha sido creciente, en parte por el creciente número de personas que practican estos deportes y también por el mayor registro de estos incidentes1,5,7. Vemos que los rescates se producen con mayor frecuencia en periodos vacacionales –julio y agosto coincidiendo con vacaciones estivales y abril, coincidiendo con la Semana Santa–.

Las administraciones públicas han decidido actuar debido al impacto social y económico que estos accidentes conllevan y algunas de ellas contemplan ya la medicalización del rescate con el objetivo de paliar, en la medida de lo posible, las secuelas de los accidentes, gracias a la rápida intervención de los servicios médicos en el lugar del accidente.1,8

Las especiales circunstancias para el abordaje al paciente, cuando debe prestarse asistencia sanitaria a los accidentados en montaña, exige un importante esfuerzo logístico y de planificación, donde es fundamental contar con especialistas en el tema.4,9

En urgencias y emergencias hospitalarias hace tiempo que se abandonó la idea de llevar al accidentado al médico, por la de llevar la asistencia sanitaria hasta el accidentado, que ha demostrado ser más beneficiosa para el paciente y la sociedad. Esta actitud, ha demostrado que disminuye las lesiones, la mortalidad y la morbilidad de los accidentados, lo cual redunda en una disminución del gasto sanitario y social 9. Esto hizo que se desarrollasen todos los servicios de emergencias extrahospitalarios y hoy en día no hay duda del beneficio que reportan a la sociedad. 8,10,12

Por este mismo motivo y con el mismo objetivo, hace años, empezaron a desarrollarse los equipos de rescate en montaña con personal sanitario entrenado, para poder responder a estas nuevas necesidades sanitarias. 4,11

La creación de los servicios medicalizados de rescate es un objetivo que no se ha llevado a cabo de la misma forma en el territorio nacional, encontrando Comunidades Autónomas que poseen un servicio de rescate en montaña que dispone de recursos especializados tanto en personal como en medios y que dependen del sistema sanitario público, véase el caso de Aragón o Madrid por ejemplo. Este modelo 16 es al que deben aspirar todas las Comunidades que por sus características orográficas y geográficas precisen de estos servicios de rescate.

En otros casos, la medicalización del rescate es llevada a cabo por empresas privadas que firman un concierto con la consejería pertinente. Este es el caso de la Comunidad Autónoma de Cantabria, entre otras.

Actualmente en Cantabria los rescates son realizados por el GREIM de la Guardia Civil (51%), que no dispone de personal sanitario, el servicio de rescate del helicóptero de Protección Civil del Gobierno de Cantabria (20,1%) que, cuando se precisa, es medicalizado con un médico perteneciente a una empresa privada que tiene firmado un concierto con el Gobierno de Cantabria y, por último, el ESOCAN (12,6%), que coordina y realiza los rescates en cavidad cuyo personal sanitario es voluntario y en el momento de un rescate puede estar disponible o no. Desconocemos si dentro del pliego de condiciones con las empresas privadas se exige algún perfil específico de formación en rescate en montaña a los sanitarios que vayan a intervenir en los rescates o material específico para ello, pero la realidad hasta el momento es que es no es así, lo cual explica, al menos en parte, la diferencia entre el número de rescates en los que hubo personal sanitario pero los pacientes no recibieron asistencia sanitaria in situ.

En el periodo a estudio no hubo personal sanitario en el 69,5% de los casos y sí los hubo en el 25,9%, un porcentaje que consideramos escaso. Pero esto no quiere decir que todos estos pacientes hayan recibido asistencia sanitaria ‘in situ’, es decir, en el mismo lugar del accidente, ya que en el periodo de estudio sólo se ha realizado asistencia sanitaria ‘in situ’ en un 15,1% de los casos y, de éstos, sólo en un caso en el que el rescate fue muy difícil hubo personal sanitario (voluntario) y en 5 casos cuando el rescate fue difícil. Quiere decir esto, que la asistencia sanitaria ‘in situ’ además de ser escasa, es llevada a cabo mayoritariamente cuando los rescates son fáciles. En el resto de los rescates en los que hay personal sanitario pero no hay asistencia sanitaria ‘in situ’ (10,8%), hemos visto que es frecuente que al personal sanitario se le deje a la espera en un punto al que los rescatadores llevarán a la víctima una vez recuperada del lugar del accidente, cosa que no ocurriría de ser personal entrenado específicamente para el rescate. También hay que decir que en el 5,4% de los casos no se sabe si hubo asistencia sanitaria in situ o no.

A la vista de los resultados, a pesar de tener concierto con una empresa privada para medicalizar el helicóptero de Protección Civil del Gobierno de Cantabria, existe un elevado porcentaje de víctimas que no reciben asistencia sanitaria, porcentaje que es todavía más elevado si hablamos de asistencia sanitaria in situ.

Es cierto que no todas las personas que precisan la intervención de los equipos de rescate necesitan asistencia sanitaria, ya que aquellos casos que sólo necesitaron técnicas de rescate (39,7%), en principio no parece que fueran subsidiarios de atención sanitaria. Es el caso de víctimas que se extravían y no presentan ningún tipo de lesión o rescate de cadáveres. Pero hay un porcentaje elevado de víctimas que hubiesen necesitado asistencia sanitaria y no la recibieron, como es el caso de aquellas personas que precisaron primeros auxilios por parte de los rescatadores con o sin asistencia sanitaria diferida (34,7%), además, claro, del 15,1% que sí recibió asistencia sanitaria in situ.

239 personas rescatadas, 20 de ellas fallecidas, 36 que recibieron asistencia sanitaria ‘in situ’ y al menos 83 la hubiesen necesitado y no fue posible que la recibieran. Creemos que estamos ante un problema de salud pública, al que la administración correspondiente debiera dar una solución real y efectiva. También hay que tener en cuenta que el registro de esta información es escaso, por lo que es probable que las cifras reales sean superiores

Un problema surgido durante el análisis de los datos es que las fuentes utilizadas en el estudio han sido dispares, encontrando diferencias en la calidad y detalle de la información recogida por los servicios de rescate. Esto genera que en muchos ítems haya porcentajes más o menos relevantes de casos desconocidos por que los grupos de rescate no recogen la información. A pesar del déficit de registro de determinados datos por parte de algunos grupos de rescate, la información de la que sí disponíamos era relevante y de calidad, por lo que se ha analizado igualmente.

Sería interesante que todos los grupos de rescate en montaña unificasen recogiesen datos mediante una base de datos estandarizada. Esto supondría disponer de una información completa, valiosa y fiable con la que poder desarrollar estudios más complejos.

El territorio de Cantabria presenta una gran complejidad orográfica 4,19. Existen dentro de la región treinta y nueve puntos que superan los 2.000 metros de altitud, 2.539 de los 5.289 Kilómetros cuadrados de su superficie rebasan los 600 metros de altimetría, y 1.004 de ellos los 1.000 metros. Dentro de este territorio se encuentra parte del Parque Nacional de Picos de Europa, lugar de gran afluencia de excursionistas y practicantes de los llamados ‘deportes aventura’. Además, Cantabria es un referente mundial a nivel espeleológico con gran cantidad de simas muy profundas y cavidades con desarrollos horizontales de más 100 kilómetros. 18,19

El Parque Nacional de Picos de Europa está a caballo entre tres comunidades autónomas, Cantabria, Asturias y Castilla y León. En caso de accidente, dependiendo de a qué región pertenezca el punto en que nos encontremos, será clave para recibir asistencia sanitaria en el lugar del accidente o no. Esto es una desigualdad que debe tender a la desaparición.

 

Fundación de Enfermería de Cantabria. C/Cervantes nº 10 - 5º E-mail: secretariafundacion@enfermeriacantabria.com Tel.: 942 31 97 20 Fax: 942 22 46 31 Aviso legal